domingo, 21 de julio de 2013

De perogrullo

Con algunos colegas compartimos la experiencia de acudir a solicitudes de servicio técnico que bien podrían haber sido resueltas mediante comprobaciones de rutina por parte de los usuarios.
El presente post no pretende esquivar el trabajo, sino disminuir las urgencias.





Atentos al siguiente fragmento de diálogo telefónico:

- Hola.
- Hola, llamo porque el calefón no enciende, no prende la lucecita...
- ¿El agua está fría?
- Si
- ¿Movió el regulador de temperatura?
- Si, de extremo a extremo pero no pasa nada...
-¿Probó el enchufe de la pared? ¿Tiene corriente adonde lo enchufa?
-¡Si, claro! ¡El secador de pelo, conectado allí, funciona perfectamente!!

Para finalizar, cuando llego a la casa, encuentro que estaban usando en el tomacorriente (el enchufe de la pared) un adaptador con 3 derivaciones y, si bien el secador de pelo funcionaba bien allí, existía un falso contacto en una de las derivaciones, la que alimentaba al calefón.

Aunque pueda sonar a perogrullada me arriesgo a repasarlo: Cuando un electrodoméstico no funciona, lo primero que hay que hacer es probar si le llega corriente. Esto es así, aún cuando estemos "seguros". Lo escribí entre comillas, porque es tan fácil creer en la calidad del aparato como en la de la instalación eléctrica.

Podemos probar conectándolo a otro tomacorriente o a un alargue confiable.
Lo ideal sería, no solamente estar seguros de que contamos con la electricidad necesaria sino también de que exista una buena conexión con el aparato en cuestión, sin problemas de fichas, cables, adaptadores, etc.

Ahorraremos tiempo, dinero y preocupaciones si somos capaces de validar o no la conexión actualmente en uso, cuando se ha producido una falla.
Independientemente de que luego necesitemos de los servicios de un electricista para que solucione el problema eléctrico, en caso de constatar uno.
Si un tomacorriente presenta lo que solemos llamar "falso contacto", debe resolverse a la brevedad, para evitar reincidencias o averías más graves al electrodoméstico.

Entonces, determinando con un poco más de precisión lo que está sucediendo, recurriremos a quien corresponda y, en algunos casos hasta capaz que no tengamos ni siquiera que prescindir de la utilización del supuesto artefacto roto.

Hasta la próxima.

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